La diseñadora holandesa Rosan Bosch está revolucionando los espacios educativos ligados a nuevas metodologías de enseñanza.
Con más de una decena de colegios construidos en Dinamarca, en Suecia o en ciudades como Abu Dabi, Bosch apuesta por la eliminación de las aulas con filas de pupitres mirando a una pizarra, por la eliminación de los muros en las escuelas y por los espacios multifuncionales en los que el niño decide dónde quiere aprender.
Rosan afirma que “los colegios también necesitan espacios donde los niños puedan jugar, chillar, saltar, correr, espacios divertidos donde los niños quieran volver”.
En sus proyectos no hay clases ni aulas. Tampoco pupitres, ni pizarras. Las clases se dan sobre cojines, en la escalera o con los alumnos tirados en el suelo.